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1.
Nutr. hosp ; 24(3): 273-281, mayo-jun. 2009. ilus, tab
Artigo em Inglês | IBECS | ID: ibc-134933

RESUMO

Plants contain numerous polyphenols, which have been shown to reduce inflammation and hereby to increase resistance to disease. Examples of such polyphenols are isothiocyanates in cabbage and broccoli, epigallocatechin in green tee, capsaicin in chili peppers, chalones, rutin and naringenin in apples, resveratrol in red wine and fresh peanuts and curcumin/curcuminoids in turmeric. Most diseases are maintained by a sustained discreet but obvious increased systemic inflammation. Many studies suggest that the effect of treatment can be improved by a combination of restriction in intake of proinflammatory molecules such as advanced glycation end products (AGE), advanced lipoperoxidation end products (ALE), and rich supply of antiinflammatory molecules such as plant polyphenols. To the polyphenols with a bulk of experimental documentation belong the curcuminoid family and especially its main ingredient, curcumin. This review summarizes the present knowledge about these turmericderived ingredients, which have proven to be strong antioxidants and inhibitors of cyclooxigenase-2 (COX-2), lipoxygenase (LOX) and nuclear factor κ B (NF-κB) but also AGE. A plethora of clinical effects are reported in various experimental diseases, but clinical studies in humans are few. It is suggested that supply of polyphenols and particularly curcuminoids might be value as complement to pharmaceutical treatment, but also prebiotic treatment, in conditions proven to be rather therapy-resistant such as Crohn's, long-stayed patients in intensive care units, but also in conditions such as cancer, liver cirrhosis, chronic renal disease, chronic obstructive lung disease, diabetes and Alzheimer's disease (AU)


Las plantas contienen un gran número de sustancias de naturaleza polifenólica con capacidad para reducir los procesos inflamatorios y, por lo tanto, incrementar la resistencia a determinadas enfermedades. Ejemplos de algunos polifenoles son los isotiocianatos presentes en la col y el brócoli, epigalocatequinas del té verde, capsaicina de las guindillas, chalonas, rutina y naringenina de las manzanas, resveratrol del vino tinto y de los cacahuetes, y curcumina y curcuminoides de la cúrcuma. La mayoría de las enfermedades tienen un componente discreto pero obvio de inflamación sistémica. Muchos trabajos han sugerido que los efectos de estos tratamientos podrían ser mejorados tras la restricción de la ingesta de moléculas proinflamatorias, como los productos avanzados de la glicación (AGE) y lipoperoxidación (ALE), junto con la suplementación de moléculas antiinflamatorias, como algunos polifenoles obtenidos de las plantas. Concretamente, los efectos de los curcuminoides y de su principal componente, la curcumina, han sido ampliamente documentados. Esta revisión, recopila los datos actuales acerca de las principales moléculas activas derivadas de la cúrcuma, para las cuales se ha demostrado que poseen una potente actividad antioxidante, inhiben la ciclooxigenasa 1 (COX-1), la lipoperoxidasa (LPO), el factor nuclear NF-κB (NF-κB), así como los AGE. La mayoría de los efectos han sido demostrados mediante estudios experimentales; sin embargo, los estudios clínicos en humanos son escasos. Se ha sugerido que la suplementación con curcuminoides podría ser interesante como un complemento para los tratamientos farmacológicos, además de cómo tratamiento prebiótico en condiciones en las que no existe una terapia eficaz, como en el caso de la enfermedad de Crohn, en pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos durante periodos prolongados, y también en patologías tales como el cáncer, la cirrosis hepática, la enfermedad renal crónica, la enfermedad digestiva obstructiva, la diabetes y la enfermedad de Alzheimer. (Full spanish translation in www.nutricionhospitalaria.com) (AU)


Assuntos
Humanos , Curcuma , Curcumina , Extratos Vegetais/farmacocinética , Inflamação/tratamento farmacológico , Substâncias Protetoras/farmacocinética , Anti-Inflamatórios/farmacocinética , Diabetes Mellitus/tratamento farmacológico , Doença de Crohn/tratamento farmacológico , Doença de Alzheimer/tratamento farmacológico
2.
Nutr. hosp ; 16(3): 78-91, mayo 2001.
Artigo em Es | IBECS | ID: ibc-9498

RESUMO

La aterosclerosis es una enfermedad compleja con numerosos factores de riesgo que pueden ser afectados por la dieta. En este artículo se pretende revisar el efecto de los ácidos grasos insaturados sobre la enfermedad cardiovascular, dando un énfasis especial a las modificaciones sobre el perfil lipídico de las lipoproteínas y a los mecanismos por los que los ácidos grasos insaturados influencian el sistema inmune durante el desarrollo de la aterosclerosis. El proceso de aterosclerosis ocurre en tres etapas: disfunción del endotelio vascular, formación de la estría grasa y formación de la capa fibrosa. Cada una de estas etapas esta regulada por la acción de moléculas de adhesión, factores de crecimiento y citocinas todos ellos mediadores de la respuesta inmune. La calidad de los lípidos de la dieta puede afectar al metabolismo de las lipoproteínas alterando su concentración en la sangre y favoreciendo su captación por la pared del endotelio vascular. La sustitución de una dieta saturada por grasa monoinsaturada o poliinsaturada ocasiona una disminución del colesterol plasmático, así como de los niveles del colesterol LDL. Por otra parte, una dieta rica en ácidos grasos monoinsaturados previene la modificación oxidativa de las lipoproteínas, más que una rica en ácidos grasos poliinsaturados, y el consumo de aceite de oliva reduce la oxidación de las LDL mediada por los ácidos grasos n-3 en pacientes con patología vascular periférica. Sin embargo, existe una gran controversia en la literatura científica sobre el efecto de los distintos ácidos grasos insaturados en la enfermedad cardiovascular. El tipo de la grasa de la dieta puede afectar directa e indirectamente algunos de los factores mediadores de la respuesta inmune; los ácidos grasos n-3 son potentes agentes antiinflamatorios. Los ácidos grasos de la dieta ocasionan una menor o mayor susceptibilidad a la oxidación de las lipoproteínas ejerciendo un gran efecto sobre la activación de las moléculas de adhesión y otros factores inflamatorios. Muchos trabajos científicos han demostrado un efecto directo de estos ácidos grasos sobre la expresión génica de muchos de aquellos factores.Así, el ácido oleico de la dieta disminuye la expresión génica de la VCAM-I. Finalmente, no hay que olvidar que la función plaquetaria, la coagulación sanguínea y la actividad fibrinolítica, todas ellas factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, están influenciadas por los ácidos grasos de la dieta, especialmente por los n-3, que ejercen un efecto inhibidor de la agregación plaquetaria y activador de la fibrinólisis (AU)


Cardiovascular disease has a multifactorial aetiology, as is illustrated by the existence of numerous risk indicators, many of which can be influenced by dietary means. In this article, the effects of unsaturated fatty acids on cardiovascular disease are reviewed, with special emphasis on the modifications of the lipoprotein profile and the mechanism by which fatty acids may affect the immune response on the development of the atherosclerotic lesion. Atherosclerosis occurs fundamentally in three stages: dysfunction of the vascular endothelium, fatty streak and fibrous cap formation. Each of the three stages is regulated by the action of vasoactive molecules, growth factors and cytokines, mediators of the immune response. Dietary lipid quality can affect the lipoprotein metabolism, altering their concentrations in the blood, permitting a greater or lesser recruitment of them in the artery wall. The replacement of dietary saturated fat by mono- or polyunsaturated fats significantly lowers the plasma-cholesterol and LDL-cholesterol levels. Likewise, an enriched monounsaturated fatty acid diet prevents LDL oxidative modifications more than an enriched polyunsaturated diet, and the oxidation of LDL in patients with peripheral vascular disease mediated by n-3 fatty acids can be reduced by the simultaneous consumption of olive oil. However, strong controversy surrounds the effect of the different unsaturated fatty acids. The type of dietary fat can directly or indirectly influence some of the mediating factors of the immune response; n-3 fatty acids have powerdull antiinflammatory properties. Dietary fatty acids strongly determine the susceptibility of lipoproteins to oxidation, which also has an impact on the activation of molecules of adhesion and other inflammatory factors. Moreover, several works have demonstrated a direct effect of fatty acids on the genetic expression of many of those factors. Finally, certain aspects of blood platelet function, blood coagulability, and fibrinoliytic activity associated with cardiovascular risk, are modulated by dietary fatty acids; n-3 fatty acids strongly inhibits platelet aggregation and activate trombolytic processes (AU)


Assuntos
Animais , Humanos , Fatores de Risco , Citocinas , Moléculas de Adesão Celular , Peroxidação de Lipídeos , Mediadores da Inflamação , Estresse Oxidativo , Oxirredução , Receptores Imunológicos , Trombofilia , Arteriosclerose , Doenças Cardiovasculares , Calcinose , Gorduras na Dieta , Dieta Aterogênica , Macrófagos , Lipoproteínas LDL , Endotélio Vascular , Regulação da Expressão Gênica , Fibrinólise , Fibrose , Ácido Oleico , Ácidos Graxos , Ácidos Graxos Monoinsaturados , Ácidos Graxos Insaturados
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